La generacion del año veinte en adelante descubrio que no hacia falta pertenecer a una familia patricia para volverse rico, que, siguiendo las propagandas de las primeras revistas sobre cine editadas, cualquier joven podia hacer su fortuna si era elegido para protagonizar, como actor principal o secundario, una pelicula.
Esa expectativa hizo que no fueran pocas las personas que iniciaran un largo peregrinaje hacia Hollywood, la meca del cine, donde imaginaban que estaba la mina de oro que sus antecedentes habian buscado en el viejo Oeste, infructuosamente.
Los rechazos, demas esta decirlo, fueron masivos pero en la proxima generacion, cuando la television en directo era "la gran cosa nueva" se formaron nuevas generaciones de actores que, con todo el impetu de la juventud, volvieron a marchar, esta vez a los estudios de grabacion de cadenas como NBC o ABC, pidiendo una oportunidad.
El rechazo de sus peticiones fue, en muchos casos, devastador pero estas personas debieron darse cuenta de algo obvio: Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana y esa ventana, en su caso, podia ser su mascota.
¿Porque? Porque aunque una persona haya sido rechazada como actor en su momento nada le impide presentar a su mascota para que actue, ganando asi una gran cantidad de dinero sin esfuerzo, truco que aplicaron los dueños de Rin-tin-tin y Lazzie respectivamente.
Los animales para anuncios y filmaciones son muy pedidos y cualquier español que cuente, por ejemplo, con un perro simpatico o un gato carismatico puede tener asegurado su futuro. Solo debe presentarlo en un casting de mascotas y esperar el resultado.
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